LA TORRE
Nuestro interés por “La vida es sueño” de Calderón de la Barca y sobre todo, por los monólogos de Segismundo que cierran con el famoso «que toda la vida es sueño y los sueños sueños son» radica en el reto que supone armonizar a día de hoy, la verdad de nuestra existencia con la realidad virtual y los sueños. Segismundo no acierta a saber qué parte es vigilia y qué sueño. Su confusión se parece a la de muchas personas que hacen un recorrido inverso y en paralelo al de Segismundo en La vida es sueño’; Cree vivir libre y en plena posesión de su identidad, mientras poco a poco va siendo atrapado por sus propios miedos, inseguridades y paranoias que lo envuelven en una red en la que el metaverso, las diferentes plataformas y las redes sociales, distorsionan la verdad ofreciendo una vida en paralelo, no vivida sino recreada virtualmente hasta quedar encerrado, por completo, en La Torre.
Sólo un último acto de voluntad y determinación podrá salvarlo: ‘apagar sistema’.