LA HISTORIA DE NUESTRA VIDA
El Cano demuestra en su cante un derrame de libertad digno del mayor aplauso. Su gran afición y conocimiento del flamenco, han conjugado con una equilibrada sensatez, dos sabores distintos que han estructurado su cante. Una dualidad de formas cantaoras que son raíz de su libertad artística y tronco de su cultura lírica: la ortodoxia y la creatividad.
El concepto cantaor de José Joaquín Moreno “El Cano”, no estriba en repetir el discurso que los demás han expresado, sino en aportar y proyectar según estos referentes, la “jondura” de su cante, sin despojarse de la raíz y origen de este arte flamenco. Su testimonio cantaor no está fundamentado en la imitación, sino en un abanico amplio de nuevas propuestas que el de Berlanga, ha desarrollado sobre los modelos ya establecidos.
Un cantaor redondo, con sabiduría, con conocimiento libre y creativo, que ha creído en su concepto cantaor logrando encontrarse como artista.
Como defiende el maestro Luis Soler Guevara: “Todo aquel que se busca así mismo se halla; el que se busca en los demás jamás se encuentra”.