RECITAL DE MÚSICA CLÁSICA
El periodo clásico musical nace de una transformación con respecto a la complejidad del Barroco. Significa un alejamiento de las estructuras polifónicas y una recuperación de las formas melódicas. En la sucesión de los tres compositores más importantes de la época, Haydn, Mozart y Beethoven, asistimos a su independencia de la nobleza y a su transformación en artistas autónomos. Aunque a veces dependían de los encargos nobles, tuvieron bastante margen de libertad para desarrollar prácticamente en solitario las formas fundamentales de la música clásica: la sinfonía en tanto que música orquestal, la sonata para piano y para instrumentos solistas y el cuarteto de cuerdas. Todas estas formas están determinadas por un principio competitivo en el que subyace una dramaturgia propia: la denominada “forma sonata”. Tanto en música como en literatura, el término “clásico” es una invención bastante reciente y, cronológicamente, posterior al de “música romántica”, siendo éste el que dio origen al primero. La oposición clasicismo – romanticismo en música provocó una gran conmoción, en particular entre escritores. El mismo Goethe iba al fondo de la cuestión: “Técnica y mecanismo, llevadas al extremo, conducen a los compositores a un punto en el cual sus obras dejan de ser música y nada tienen que ver con los sentimientos humanos, frente a ambas, uno no puede aportar nada que provenga de su propio espíritu o de su propio corazón”.