El flamenco más fiel a sus orígenes es aquel que se desarrolló en reuniones familiares e íntimas, en los primeros cafés cantantes y en los tablaos.
Aquí bailaor@s,cantaor@s y guitarristas dejan libertad a su arte improvisando e interactuando con un público cercano que puede sentir sus quejíos y respiraciones.
El escenario, los artistas, el público y todo el espacio que los rodean están unidos por diferentes sensaciones y junto a los sonidos de la guitarra, el cajón flamenco, las palmas, el cante y el baile, funden todo en una fuerte emoción.