Sostiene Rainer Maria Rilke que “Una obra de arte es buena cuando
ha sido creada necesariamente” y, aunque el texto completo del autor
resulte discutible, en el aspecto que insiste sobre la necesidad me
encuentro identificada por completo.
Siempre me ha gustado crear mundos minúsculos y paralelos.
Los collages nacen de una mezcla que compatibiliza la mirada
interior con la biografía, el psicoanálisis, el surrealismo, las artes
plásticas, el rock con el blues, la literatura, la contemplación, el azar…
Todos tienen un punto de verdad en mí y otros muchos encuentros
con la inextinguible sorpresa de la combinación entre clavos, tul,
periódicos, tuercas, libros, alfileres, revistas, botones, fotografías,
pastillas, corchetes…
Me ha encantado ir de compras por el suelo donde un tornillo se
convierte en una joya, una horquilla en una “madame” insustituible,
una pluma en la manifestación suprema de la inmensidad…
He sufrido uniendo elementos cuyo más mínimo movimiento ha
sido un reto para el pegamento, los nervios y el pulso.
La temática es diversa: infancia, deseos, transcendencia, humor,
duelos… y todas las piruetas de lo impensable, pero existente.
Piti Corella
Los collages de Piti son rayos momentáneos de tormentas, réplicas
y ráfagas rápidas de una vida en movimiento con ánimo de reactivar
otros mundos que se saludan mientras se mueven. Como si
se tratara de fogonazos de luces y de sonidos estos recortes vitales
abordan como un poema-objeto el mundo desde dos extremos (al
menos) para crear otro. El collage desde que se acuñó como técnica
de creación vanguardista por los artistas surrealistas se ha convertido
en un divertimento liberador, catártico que practican los artistas para
establecer nexos e inconexos entre partes.
Andrés Talavero
CATÁLOGO MUNDOS MÍNIMOS:
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