Muro Crítico es un proyecto que acerca el arte urbano a los pueblos de la provincia de Cáceres utilizando como punto de partida una mirada crítica ante los problemas que sufren y preocupan a nuestra sociedad.
Para llevarlo a cabo se ha seleccionado a un grupo de artistas urbanos residentes en la provincia de Cáceres que cuentan con una dilatada trayectoria y que aúnan creatividad, diversidad y calidad.
En cada pueblo, un artista de Muro Crítico, abordará un tema social específico con la realización de un mural de grandes dimensiones. Las obras se realizarán según programa, cada semana de miércoles a sábado. Finalizados los murales, pasarán a formar parte del patrimonio cultural de cada localidad, creando así un nuevo espacio para la reflexión y el diálogo sobre los aspectos que debemos cambiar en nuestra sociedad.
Para que los vecinos puedan experimentar con las técnicas del arte urbano, cada sábado de 12:00 a 14:00 se impartirá un taller abordando un pequeño mural colectivo en torno a la misma temática social que el artista ha trabajado en su mural.
El Museo de la Conciencia
Nacido en 2016 el programa de Diputación ha creado un patrimonio de 21 murales de arte urbano que conforma la provincia de Cáceres como un Museo de la Conciencia Social al aire libre.
Constituye una actividad que dinamiza las poblaciones durante su realización pero que además, su resultado, constituye un valor añadido que se queda en los pueblos.
La violencia machista, el consumismo, la memoria histórica, los derechos laborales, la censura, la manipulación genética, los refugiados, la diversidad sexual, la contaminación y el reciclaje son algunos de los temas que podemos encontrar en este espacio abierto a la reflexión a través del arte.
En esta nueva edición, el Museo de la Conciencia se ampliará hasta un total de 31 murales.
Artistas de Muro Crítico
En sus tres ediciones Muro Critico ha logrado reunir a casi la totalidad de los artistas que son referentes del arte urbano en Extremadura.
Yes 275, BenTocha, Sonbaty, Chefo Bravo, Daniel Muñoz, Digo Diego, Jaikü, Brea , Sojo, PeKolejo, Misterpiro, Cain Ferreras e Isabel Flores.
La mayoría comenzaron a pintar en la década de los 90 de la mano del grafitti. Ahora, casi 30 años después, aquellos jóvenes fascinados por el arte del aerosol conforman un colectivo enérgico, con capacidad para expandir su creatividad a través de diversas técnicas como la escultura, grabado, pintura, dibujo, serigrafía o el arte digital y sin perder nunca de vista su raíz, pintar en la calle.
Un grupo diverso pero con algo muy fuerte en común: cambiar lo que les rodea a golpe de brocha y aerosol.