BODAS DE SANGRE DE FEDERICO GARCÍA LORCA
Es increíble que de una noticia aparecida en un periódico de la época, cuyo titular rezaba: “En Almería, durante la celebración de una boda, la novia se fuga con el amante…” un escritor granadino escribiera uno de los grandes dramas de la literatura española.
Y fue así como Lorca, después de leer esta noticia, hace volar su imaginación y urde una tela de araña donde el amor, los celos, la pasión, la desgracia y la muerte, dan forma a uno de los textos más apasionantes y profundo de la literatura universal: Bodas de sangre.
A esta obra no le sobra ni le falta nada, todos los ingredientes de la poética de Federico se encuentra en sus páginas: la madre arrastrando su luto eterno, el novio encerrado en ese luto, que lo abraza a modo de serpiente hasta ahogarlo, la mujer y la suegra conocedoras y abnegadas víctimas de su propio destino, la novia que se deja arrastrar por la verdadera pasión de un amor prohibido, las criadas, personajes de gran riqueza en el universo de García Lorca, el padre gran trabajador que se traga las hieles del abandono, la luna fría y ansiosa de sangre, la mendiga símbolo de la muerte y el único personaje con nombre propio: Leonardo, el gran desencadenante del drama, la presa que se abre para arrastrarlo todo tras de si.
Con la escenografía, hemos querido rendir un pequeño homenaje a la Vera, a sus antiguos secaderos de tabaco, a sus viscales de esparto que tanto se relacionan con las arídas pitas de Almeía.